EL MONASTERIO DE CONCEPCIONISTAS DE MAHÓN


El monasterio de Concepcionistas Franciscanas de Mahón (Menorca), fue fundado en 1623 y pertenece a la Orden de la Inmaculada Concepción, fundada por Santa Beatriz de Silva, en Toledo, el año 1492. La fundación del Monasterio mahonés fue promovida por el pueblo, a través de sus representantes, los “Magníficos Jurados”, que fueron personalmente a recoger a las tres fundadoras procedentes del monasterio de Sineu (Mallorca), comprometiéndose por escrito a rescatarlas a expensas del municipio, si por el camino “fueran apresadas por corsarios o piratas” (a principios del siglo XVII la travesía del Mediterráneo no era segura).

Se conserva un documento auténtico, anterior a la fecha de fundación, del rey Felipe III, fechado en 1613 que otorga ciertos privilegios económicos para ayudar a los preparativos del futuro monasterio.

Se conserva también el acta de fundación y descripción de la ceremonia firmado por la misma fundadora, Sor Anna Creus. En el mismo libro están escritos los nombres de las primeras ingresadas y de todas las monjas que han habitado el monasterio, hasta las actuales.


Se conserva también muchos otros documentos interesantes, como por ejemplo, dos ejemplares de la Regla Concepcionista: Un manuscrito traído por las fundadoras de Sineu y otro, impreso en el año 1882 con un sumario de ordenaciones de varios Prelados de Menorca.

El edificio está pegado, pared por medio, a las Casas Consistoriales, en la parte más antigua de la ciudad, ubicado sobre la antigua muralla, en una de sus torres de defensa, de la cual se conservan todavía algunos vestigios.

Un siglo después, en 1745, fue otorgada por el Papa Pío VII la fundación en nuestra iglesia de una cofradía del Corazón de Jesús, primera de la diócesis que conoció un gran desarrollo y extendió la devoción al Sagrado Corazón a toda Menorca. Se Conserva el libro con la historia de esta cofradía y los nombres, muy numerosos, de los primeros cofrades. Este libro y el de la fundación del monasterio son de pergamino, escritos en la lengua de las Baleares, y se consideran muy valiosos por su antigüedad. 

En la capilla del Monasterio, en la parte del confesionario, conservamos el corazón incorrupto del primer Prefecto de la cofradía que, por su gran devoción al Corazón de Jesús, lo legó en testamento a nuestra iglesia, tal como se puede leer en una inscripción grabada en piedra negra.

Florecimiento del Monasterio en el siglo XVIII

Esta época fue de mucho ajetreo para los menorquines, que por seis veces cambiaron de dominio político y sufrieron una gran transformación social. La vida conventual siguió floreciente a pesar de las dominaciones extranjeras, aumentando aún el número de las religiosas, que en 1757 llegó a ser de treinta y nueve.

La iglesia conventual antigua fue totalmente renovada y en 1747 se bendijo la nueva, que probablemente fue dedicada al Corazón de Jesús, pues así aparece denominada en varios documentos antiguos. En ella existían cuatro capillas laterales. Había también un órgano, que en 1786 fue sustituido por otro nuevo y por este tiempo se llevaban a cabo también importantes reparaciones en la fábrica del monasterio.


Al apoderarse de Menorca por última vez los ingleses en 1798 las monjas enviaron un escrito de congratulación al gobernador Stuart. Este correspondió atentamente mediante un oficio redactado en inglés y luego el 28 de enero de 1799 se dirigía de nuevo a la Priora con la siguiente comunicación, que aparece traducida al margen del original: “Señora: En consideración a la extrema pobreza de los conventos de monjas respective a los demás institutos monacales de la isla, tengo el honor de enviar a Vm. trescientos pesos fuertes en aumento a sus actuales rentas, sin que sea de gravamen al Público. Y es con mucha satisfacción que puedo decir a Vm. que se establecerá un fondo fundado en los mismos principios para el aumento de la renta anual de su convento. Tengo el honor de ser, Señora, su más atento servidor. Ch. Stuart”.

 

A mediados del siglo XVIII, debido a la desamortización de Mendizábal las monjas se vieron obligadas a abrir un colegio de niñas en la misma clausura que, según parece, duró pocos años, pero que proporcionó vocaciones a la comunidad.

En 1860 las monjas recibieron la visita de la Reina Isabel II, que estuvo muy amable con ellas y les regaló unos ornamentos litúrgicos. En el séquito iba el confesor de su Majestad, el arzobispo de Trajanópolis, hoy San Antonio María Claret. 

Guerra civil 1936 - 1939

En esos dolorosos años las religiosas fueron obligadas a abandonar el convento. Vivieron recogidas en diversas familias. El edificio se utilizó como cárcel, y adaptado a tal uso con fuertes rejas, pero no destruido. Acabada la guerra, el 11 de febrero de 1940, las hermanas regresaron nuevamente al monasterio y reemprendieron la vida contemplativa.

Exposición del Santísimo

Desde el año 1954, tenemos expuesto el Santísimo en nuestra iglesia gran parte del día. La capilla permanece abierta desde las 6 de la mañana hasta las 21.00 horas, y son muchas las personas que acuden a orar ante el Santísimo, y también a participar de la Eucaristía y de la Liturgia de las Horas.

Acompañando al pueblo

A lo largo de sus casi cuatro siglos de existencia, la comunidad ha ido acompañando al pueblo con su presencia orante y mariana. El monasterio ha sido y sigue siendo un foco de oración y valores evangélicos.