Concepcionistas Franciscanas

Somos una pequeña comunidad íntegramente contemplativa dedicada a "alcanzar la perfección evangélica en el servicio de Dios y de la Iglesia", teniendo por modelo a María Inmaculada.


 

"Siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión 

en el Espíritu" (1 Pe. 5, 9)

"María, hecha tálamo celeste y singular del Rey eterno, contempla silenciosa los misterios de su Hijo, conservando todas las cosas en su corazón." (CCGG. 14).

"La concepcionista, haciéndose esclava del Señor, como María, proclama en actitud contemplativa la soberanía absoluta de Dios. La contemplación es su apostolado." (CCGG. 15)

 

Estudiando para "saber dar razón de nuestra esperanza" (1 Pe 3, 15)

"La formación monástica, en su origen y en su finalidad, es una obra esencialmente teologal, radicada en el Espíritu Santo. Ella propone un itinerario hacia la comunión con el Dios Uno y Trino, mientras llama a la tarea primera de la alabanza vivida en plenitud." (El arte de la búsqueda del Rostro de Dios)
 

"Trabajando para ganar el pan" (1. Ts. 3, 12)

"Las Hermanas se sometan a la ley común del trabajo y mediante él cooperan al perfeccionamiento de la creación divina y se asocian a la obra redentora de Jesucristo". (CC. GG. 177, 2)
Mediante el trabajo, vivido como gracia, las concepcionistas ganan su vida y la de sus hermanas y ayudan a los pobres". (CC. GG. 177, 3)

 

"Acogiendo como Cristo nos acogió" (Rm. 15, 17)

 

En el espacio silencioso de la clausura del monasterio, que tanto favorece la escucha y guarda de la "Palabra de Dios, que nos da el conocimiento de la Verdad y nos hace libres." (Jn. 8, 32).

"La clausura de los Monasterios de monjas de vida íntegramente contemplativa es un modo de unirse más profundamente a la pasión de Cristo y de participar de un modo particular en su Misterio Pascual."  (CC. GG. 58, 1)
Nace de la sabiduría de la cruz y se manifiesta en el ocultamiento de la vida escondida con Cristo en Dios." (CC. GG. 58, 3)
"Viviendo en clausura por amor a Cristo, las concepcionistas renuncian al servicio inmediato de promoción del hombre y a la presencia física en el mundo, convirtiéndose en semilla fecunda que apunta desde el surco la resurrección, en contemplación donde Cristo renace cada día al mundo y en anuncio peculiar de la muerte del Señor hasta que vuelva." (CC.GG. 61)